“La primera impresión es la que cuenta”, dice el dicho, y en el contexto de una entrevista laboral esto es más cierto que nunca. Diversos estudios psicológicos revelan que formamos una opinión sobre una persona en menos de 7 segundos. En una entrevista, esta impresión inicial puede influir hasta en un 70 % en la decisión final. Por eso, saber proyectar confianza, profesionalismo y actitud desde los primeros instantes no es un lujo, sino una estrategia esencial. En este artículo encontrarás una guía completa adaptada al contexto laboral mexicano, para destacar desde el primer minuto.
¿Por qué es tan importante la primera impresión?
El cerebro humano está diseñado para evaluar rápidamente si una persona es confiable, competente y segura. Según la teoría del psicólogo Albert Mehrabian, el 55 % del impacto comunicativo proviene del lenguaje corporal, el 38 % del tono y la voz, y solo el 7 % del contenido verbal. En una entrevista, estas proporciones se traducen en una conclusión clara: cómo te expresas y cómo luces impacta más que lo que dices.
La entrevista empieza antes de saludar
En México, es común que el personal de recepción o asistentes de Recursos Humanos emita opiniones informales sobre los candidatos. Por eso, desde que llegas al edificio, debes mantener una actitud cordial, postura erguida y evitar distracciones innecesarias. No es el momento de revisar redes sociales. Aprovecha para repasar tus logros clave o aplicar técnicas de respiración para controlar los nervios. En muchas empresas, especialmente corporativos en CDMX, la experiencia del candidato se monitorea desde su llegada hasta la salida.
Tu entrada al salón: lo que los reclutadores observan en segundos
Desde que cruzas la puerta, tu lenguaje no verbal habla por ti. Estos son los elementos que más impactan:
- Una postura recta y una entrada segura
- Caminar con paso firme, sin prisa pero con decisión
- Establecer contacto visual y saludar con una sonrisa leve
- Dar un saludo claro, con tono amable y pausado
Estos gestos transmiten profesionalismo, respeto y preparación. En un entorno competitivo, una buena entrada puede marcar la diferencia incluso antes de responder la primera pregunta.
Una sonrisa genuina abre puertas
Un gesto forzado o una expresión congelada puede generar desconfianza. En cambio, una sonrisa auténtica que involucra ojos y boca (la llamada sonrisa de Duchenne) provoca empatía inmediata. En el ambiente profesional mexicano, un rostro relajado y afable, sin exageraciones, suele ser bien recibido. Puedes practicar frente al espejo o con alguien de confianza para ajustar tu expresión facial de forma natural.
El tono de voz: cómo suenas importa tanto como lo que dices
La primera frase que pronuncias puede definir el tono del resto de la entrevista. Un volumen bajo o una voz temblorosa puede proyectar inseguridad. Para causar buena impresión:
- Habla en tono medio, claro y con velocidad moderada
- Evita muletillas como “este”, “eh” o “pues”
- Incluye una expresión de agradecimiento inicial
Por ejemplo: “Buenos días, muchas gracias por recibirme. Es un gusto tener esta oportunidad de conversar con ustedes.” Este tipo de saludo muestra respeto, cortesía y disposición.
Vestimenta profesional: adaptarse al tipo de empresa
En México, la vestimenta adecuada depende del sector y la cultura de la empresa. En bancos y despachos jurídicos, el traje formal sigue siendo la norma; en start-ups o agencias creativas, se prefiere un look más casual profesional. Algunas pautas generales:
- Colores sobrios (azul marino, gris, negro) siempre funcionan
- Ropa bien planchada, zapatos limpios y accesorios discretos
- Evita perfumes fuertes o maquillaje excesivo
Una buena estrategia es revisar las fotos corporativas en LinkedIn o redes como Instagram. En caso de duda, es mejor ir ligeramente más formal que informal.
Lenguaje corporal: mirada, postura y gestos
Durante la entrevista, tu comportamiento físico puede reforzar o sabotear tu mensaje. Lo que más se valora:
- Mirada atenta y natural al interlocutor, sin incomodar
- Asentir levemente mientras escuchas demuestra interés
- Postura erguida, sin cruzar brazos ni mover en exceso las manos
Según datos de OCCMundial, más del 60 % de los reclutadores mexicanos han descartado candidatos por señales no verbales inadecuadas. Controlar tu lenguaje corporal es clave para no enviar mensajes contradictorios.
Cómo responder a “Cuéntame sobre ti” sin caer en lo típico
Una de las preguntas más frecuentes también es una de las más decisivas. No recites tu currículum. En su lugar, ofrece una narrativa breve y estratégica:
- Duración recomendada: entre 30 y 45 segundos
- Resume trayectoria, habilidades actuales y objetivos futuros
- Incluye logros medibles si es posible
Ejemplo: “Soy licenciada en mercadotecnia con experiencia en campañas digitales. En mi último puesto en una empresa de e-commerce, aumenté el tráfico web en un 40 % en seis meses. Estoy buscando una posición donde pueda aportar visión estratégica y creatividad.”
Coherencia emocional y verbal durante toda la entrevista
Una buena impresión inicial puede desvanecerse si tu actitud cambia durante la conversación. Para mantener una impresión sólida:
- Mantén tu tono, energía y expresión coherentes
- Evita contradicciones entre tus palabras y tu lenguaje corporal
- No muestres impaciencia, ni excesiva euforia
Practica con simulaciones grabadas o pidiendo feedback a personas cercanas. La consistencia proyecta seguridad y madurez profesional.
La despedida también cuenta: así debes cerrar
Al finalizar, no te levantes apresuradamente ni descuides tus últimas palabras. Una despedida correcta puede dejar una huella positiva. Intenta algo como:
“Gracias por el tiempo y la atención. Me encantaría contribuir con mi experiencia en su equipo.”
Un cierre educado, con contacto visual y voz firme, es tan importante como la presentación inicial.
Prepararte bien es tu mejor inversión
No hay sustituto para la práctica. En México, instituciones como el Servicio Nacional de Empleo, universidades y plataformas como Talenteca ofrecen simulacros gratuitos. También puedes grabarte o practicar frente a un espejo. Dominar estos detalles te dará ventaja en un entorno laboral cada vez más competitivo.
Conclusión: la autenticidad supera a la perfección
No necesitas ser perfecto, pero sí honesto, claro y coherente. Tu autenticidad, combinada con preparación, es tu mayor fortaleza. Los reclutadores valoran más la sinceridad y la actitud que una actuación impecable. Sé tú mismo, de la mejor manera posible.
Nota: este artículo está basado en prácticas comunes del mercado laboral mexicano. Algunas recomendaciones pueden variar según el sector, tamaño de la empresa o región.