En muchos hogares mexicanos, los productos de limpieza ecológicos están ganando popularidad. Dos de los más conocidos son el bicarbonato de sodio y el percarbonato de sodio. Aunque sus nombres suenan parecidos, sus usos, composición química y resultados son completamente diferentes. Usarlos de forma incorrecta puede no solo ser ineficaz, sino también dañar tejidos o superficies.
¿Has intentado quitar una mancha con bicarbonato y no funcionó? ¿O has usado percarbonato para eliminar olores en el refrigerador sin éxito? La razón puede estar en no conocer bien qué hace cada uno. En este artículo te explicamos todo con ejemplos locales, recomendaciones de seguridad, consejos prácticos y una guía clara de uso para que saques el mayor provecho a cada producto.
Composición química: NaHCO₃ vs Na₂CO₃·1.5H₂O₂
El bicarbonato de sodio (NaHCO₃) es una sal ligeramente alcalina, suave y segura incluso para consumo humano. Se usa comúnmente en la cocina, pero también es eficaz para limpiar superficies y eliminar malos olores. El percarbonato de sodio (Na₂CO₃·1.5H₂O₂), por otro lado, libera peróxido de hidrógeno al disolverse en agua caliente, actuando como un poderoso blanqueador y desinfectante.
El bicarbonato es ideal para limpiezas suaves, desodorización y tareas cotidianas. El percarbonato es más adecuado para eliminación profunda de manchas, blanqueamiento de ropa y desinfección.
Uso por área del hogar: cocina, baño, lavandería
A continuación, una guía práctica según el área del hogar:
- Cocina (grasas, limpieza de superficies): bicarbonato
- Baño (moho, juntas negras): percarbonato
- Lavandería: bicarbonato para eliminar olores, percarbonato para blanquear y desinfectar
Ejemplo práctico: si tienes una sartén con residuos quemados, una pasta de bicarbonato con agua tibia y un estropajo será suficiente. Pero si los azulejos de la regadera están llenos de moho, lo ideal es usar percarbonato disuelto en agua a unos 60 °C.
El poder oxidante del percarbonato en acción
El percarbonato es considerado una alternativa más segura a la lejía (cloro). Libera oxígeno activo al mezclarse con agua caliente, eliminando manchas difíciles como las de sudor, sangre, vino o té, y destruyendo bacterias y hongos.
La PROFECO recomienda su uso a temperaturas superiores a 50 °C para que actúe eficazmente. A temperatura ambiente, su poder blanqueador se reduce notablemente.
Hogares con bebés o mascotas: mejor el bicarbonato
El bicarbonato es seguro, económico y no irrita. Por eso, es perfecto para lavar biberones, juguetes, platos de mascotas y otras superficies delicadas. El percarbonato, aunque útil, requiere más precauciones: guantes, ventilación y almacenamiento fuera del alcance de niños.
Ejemplo: si necesitas limpiar una sonaja o chupones, una solución de bicarbonato y agua será suficiente. Pero para desinfectar sábanas o toallas usadas durante una enfermedad, el percarbonato es más eficaz, siempre y cuando se enjuague bien.
¿Qué elimina mejor los olores?
El bicarbonato neutraliza olores ambientales como los del refrigerador, el bote de basura o los zapatos. Solo coloca una pequeña cantidad en un recipiente abierto. El percarbonato elimina olores incrustados, como los de ropa húmeda o alfombras sucias, porque actúa sobre los compuestos orgánicos que los causan.
Si el problema es un mal olor en una prenda de algodón, usa percarbonato. Pero si se trata de un mal olor en el ambiente, como en la despensa, el bicarbonato será más útil.
¿Se pueden combinar? Sí, pero con criterio
Se pueden usar ambos productos en combinación, pero no siempre es necesario. De hecho, en algunos casos mezclarlos puede resultar menos efectivo. Lo ideal es definir el objetivo:
- Olores, limpieza ligera → bicarbonato solo
- Blanqueamiento, eliminación de moho o bacterias → percarbonato
Importante: no usar percarbonato en telas delicadas como lana o seda. El bicarbonato, en cambio, es seguro para casi cualquier tejido.
Dosis recomendadas para uso doméstico
Estas son las proporciones estándar recomendadas para el hogar:
- Solución de bicarbonato: 1 o 2 cucharadas por 500 ml de agua
- Solución de percarbonato: 30 g por litro de agua a 60 °C, usar inmediatamente
El percarbonato debe usarse justo después de prepararse, ya que pierde efectividad al liberar el oxígeno activo con el tiempo.
Precauciones y seguridad
El percarbonato puede causar irritaciones en la piel, corrosión en metales o decoloración en tejidos sensibles si no se usa con cuidado. Es esencial usar guantes, mantenerlo fuera del alcance de los niños y asegurarse de una buena ventilación.
El bicarbonato es más seguro, aunque su uso excesivo puede resecar la piel. Según la COFEPRIS, es considerado un producto de bajo riesgo cuando se usa en cantidades domésticas.
Resumen: ¿cuál usar según el caso?
Uso | Bicarbonato de sodio | Percarbonato de sodio |
---|---|---|
Grasa / limpieza general | ✓✓ | ✓ |
Moho / juntas del baño | ✓ | ✓✓✓ |
Olores en textiles | ✓✓ | ✓✓✓ |
Blanqueo / manchas difíciles | ✓ | ✓✓✓ |
Artículos para bebés | ✓✓✓ | ✗ |
Conclusión: dos aliados distintos, complementarios y potentes
El bicarbonato y el percarbonato no son equivalentes. Aunque ambos son ecológicos y útiles, sus funciones son distintas. Usarlos bien marca la diferencia entre un resultado mediocre y uno verdaderamente efectivo.
El bicarbonato es ideal para limpiezas suaves, desodorización y superficies delicadas. El percarbonato, en cambio, es excelente para blanquear, desinfectar y tratar manchas difíciles. Conocer sus diferencias te ayudará a ahorrar, proteger tu hogar y lograr una limpieza más inteligente.