5 minutos al día: 8 ejercicios para proteger tu audición

La presbiacusia, o pérdida auditiva relacionada con la edad, afecta a millones de adultos y puede dificultar la comunicación y la calidad de vida. Dedicar solo 5 minutos diarios a una rutina de ejercicios específicos mejora la circulación sanguínea alrededor del oído, estimula el funcionamiento de la trompa de Eustaquio y alivia la tensión muscular. Estos ocho estiramientos, pensados para un estilo de vida activo, no requieren equipamiento y pueden realizarse en casa, en la oficina o antes de dormir. Incorpora este hábito sencillo y frena el deterioro auditivo para escuchar con mayor claridad.

1. Masaje auricular para mejorar la microcirculación

  • Con el pulgar y el índice, pellizca suavemente la parte superior de la oreja (hélix) durante 3 segundos y suelta.
  • Realiza cinco movimientos circulares en el lóbulo en sentido horario y cinco en sentido contrario.
  • Coloca las palmas sobre las orejas, presiona ligeramente 2 segundos y libera; repite 5 veces.
  • Termina deslizando los dedos desde la parte superior hasta el lóbulo para favorecer el drenaje linfático.

Haz este masaje mañana y noche para optimizar la irrigación de los tejidos.

2. Movilidad de la mandíbula para equilibrar la trompa de Eustaquio

  • Abre la boca lentamente al máximo cómodo, mantén 5 segundos y cierra.
  • Empuja la mandíbula inferior hacia adelante hasta alinear los dientes, sostén 5 segundos y regresa.
  • Repite la secuencia (apertura, cierre, avance, retroceso) 10 veces.
  • Realiza 3 series al día, especialmente después de ambientes ruidosos o cambios de altitud.

Mantén movimientos suaves y detén si notas molestias.

3. Estiramiento lateral del cuello para reducir tensiones

  • Adopta una postura erguida con hombros relajados.
  • Inclina la cabeza hacia el hombro derecho hasta sentir un estiramiento ligero a la izquierda; mantén 10 segundos.
  • Repite hacia el lado izquierdo y sostén otros 10 segundos.
  • Completa 3 repeticiones por lado, dos veces al día, respirando con profundidad.

Realiza el ejercicio despacio para evitar sobrecargar la zona cervical.

4. Rotaciones de hombros para liberar el torso superior

  • De pie, brazos relajados junto al cuerpo.
  • Eleva los hombros hacia las orejas y realiza círculos hacia atrás hasta bajarlos.
  • Haz 10 rotaciones hacia atrás y 10 hacia adelante.
  • Lleva a cabo dos series en pausas laborales para aliviar la rigidez.

Mantén la espalda recta durante todo el movimiento.

5. Giros de lengua para estimular la presión interna

  • Presiona la punta de la lengua contra el paladar duro, justo detrás de los dientes frontales.
  • Traza círculos lentos durante 20 segundos en sentido horario.
  • Cambia al sentido antihorario y repite otros 20 segundos.
  • Realiza este ejercicio dos veces al día para regular la presión en el oído medio.

Evita ejercer fuerza excesiva para no lastimar la mandíbula.

6. Automensaje de sienes para activar la vía nerviosa

  • Con el índice y medio, masajea suavemente las sienes en círculos durante 1 minuto.
  • Coloca luego las palmas en las orejas, presiona 2 segundos y suelta.
  • Repite la secuencia tres veces por la mañana y tres veces por la noche.

Esta técnica ayuda a disminuir dolores de cabeza y refuerza el sistema auditivo.

7. Respiración diafragmática para relajar el estrés

  • Sentado con la espalda recta.
  • Inhala por la nariz durante 4 segundos, llenando el abdomen.
  • Exhala por la boca durante 6 segundos, liberando tensión.
  • Completa 5 ciclos, dos veces al día, en un lugar tranquilo.

El efecto calmante potencia la circulación hacia el oído.

8. Pausas silenciosas programadas para restauración

  • Tras cada hora en un ambiente ruidoso, busca un espacio silencioso al menos 10 minutos.
  • Cierra los ojos y evita usar auriculares.
  • Combina la pausa con alguno de los ejercicios anteriores.
  • Emplea recordatorios en tu teléfono para crear la rutina.

estos descansos son clave para preservar la salud auditiva.

Incorpora estos ocho ejercicios diarios y protege tu audición frente a la presbiacusia. Unos minutos cada día marcan la diferencia para mantener una comunicación clara y una vida activa.